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Hace unos años, nadie habría apostado a que tu rostro sería la llave maestra digital. Hoy es un hecho: desbloqueamos, pagamos y accedemos a sistemas críticos con un simple vistazo. El auge de la biometría está sustituyendo a las contraseñas, ofreciendo una comodidad increíble. Sin embargo, esta misma innovación es el objetivo de los defraudadores más sofisticados.
Por eso, ha llegado el momento de profesionalizar la seguridad que utilizamos.
Es la tecnología que reconoce lo que te hace único: tu huella, tu rostro, tu voz o incluso la forma en que te mueves.
¿Qué tipos de biometría existen?
La biometría facial es el estándar de oro de la industria. Garantiza la certeza de identidad y la prueba de vida, generando una huella matemática única.
Este reconocimiento de la identidad humana ha migrado de ser una herramienta futurista a una solución de seguridad indispensable. Impulsado por la necesidad de autenticación segura y sin fricciones, de una manera que afecta a todos los sectores:
Banca y Finanzas: La verificación remota de identidad se ha vuelto esencial para abrir cuentas, cumplir con procesos de KYC (Know Your Customer) y autorizar transacciones, con aún más seguridad.
Gobierno y Fronteras: Los pasaportes electrónicos, los sistemas de control migratorio y el acceso a instalaciones críticas dependen cada vez más de las verificaciones biométricas.
Móviles y Consumo: Desde pagos sin contacto hasta desbloqueo facial, la biometría se ha integrado en la vida cotidiana. Hoy, más del 70% de los smartphones incorporan algún tipo de autenticación biométrica.
Casinos y Gambling: En casinos (digitales o físicos), detecta el abuso de promociones, controla accesos restringidos e identifica clientes VIP o defraudadores.
Retailers (Comercio Minorista): Implementada para detectar defraudadores en procesos de originación y cada vez más en pagos sin contacto o en programas de lealtad que reconocen al cliente.
En todos los casos, el mensaje es claro: la biometría no es una moda tecnológica, sino una respuesta natural a un mundo que exige seguridad inmediata y sin fricciones.
“Según un informe de Global Growth Insights, se espera que el mercado biométrico basado en IA alcance los $112.69 Billones para 2034, creciendo a una CAGR del 11.1%.”
Las empresas ya no buscan solo verificar documentos, sino verificar identidades vivas. Y en ese contexto, los sistemas biométricos (reconocimiento facial, huellas, voz o comportamiento) se han convertido en la nueva credencial universal.
No obstante, existe una diferencia crucial entre Biometría Facial y Validación de Identidad. El mercado a menudo confunde los dos, centrándose únicamente en la comparación del rostro (face match). Sin embargo, en una era de IA generativa y fraudes sofisticados, la biometría aislada se ha convertido en una capa frágil.
La expansión de los procesos KYC (Know Your Customer) y Onboarding Digital ha acelerado esta tendencia. En un entorno donde el fraude de identidad crece de forma exponencial, la verificación de identidad ofrece lo que las contraseñas y los códigos ya no pueden:
En todos los casos, el mensaje está definiendo que la biometría en verificación de identidad no es una moda tecnológica, sino una respuesta natural a un mundo que exige seguridad inmediata y sin fricciones.
Para Unico, nuestro enfoque va más allá: tratamos la Identidad Digital como una composición indisociable de Biometría + Vivacidad/Prueba de Vida (Liveness). Mientras el mercado solo busca confirmar si el 'rostro coincide', nosotros garantizamos la integridad de la interacción, bloqueando intentos de spoofing y asegurando que hay una persona real detrás de la cámara. Es hora de evolucionar del simple reconocimiento a la garantía total de identidad!
La biometría no solo es más segura, sino también mucho más cómoda y eficiente.
No Transferible: A diferencia de una contraseña o un PIN, tu rasgo biométrico es inherentemente tuyo. No puede ser compartido, perdido ni robado de la misma manera, o con la misma facilidad, que contraseñas o otras metodologías de autenticación, lo que aumenta significativamente la seguridad de cualquier proceso digital.
Experiencia sin Fricciones: Olvídate de los bloqueos por contraseña olvidada o de los interminables códigos de verificación. La biometría permite autenticarse de manera rápida e intuitiva, mejorando la experiencia del usuario desde el primer momento.
Alta Precisión: Al basarse en rasgos únicos de cada persona, la biometría reduce drásticamente los errores humanos, evitando accesos no autorizados y garantizando que la identidad verificada sea la correcta.
La combinación de estas ventajas hace que la biometría no solo sea más segura, sino también más humana: protege nuestra identidad mientras nos permite movernos sin fricciones innecesarias.
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En la fase inicial del ciclo de vida de un cliente, la verificación biométrica es crucial y cumple una doble función: establecer una identidad irrefutable y mitigar el riesgo de fraude.
Esto puede complementar su KYC y, por lo tanto, sus controles en el punto de entrada. En este caso, la captura de datos biométricos resulta especialmente valiosa para:
La biometría va más allá del primer punto de contacto. Una vez que el cliente ha sido originado, la seguridad debe ser continua y fluida, especialmente cuando se realizan acciones que mueven valor o cambian datos sensibles.
El objetivo es la seguridad y la continuidad con la mejor experiencia para el usuario que ya tiene una relación con la institución: Utilizamos la biometría en estos momentos críticos (como transferencias de grandes sumas, solicitud de nuevos productos, cambios de dispositivo, cambio de contraseñas etc) para garantizar que la persona que realiza la acción es la misma que validamos durante la originación y que está en vivo. En otras palabras, se realiza una verificación 1:1, lo que comúnmente se denomina revalidación.
En lugar de recurrir a claves de un solo uso (OTPs) que pueden ser interceptadas, con Unico, si el rostro coincide con la plantilla biométrica original y la prueba de vida es exitosa, la transacción puede se autorizar de inmediato. Esto no solo eleva la seguridad, sino que también elimina la fricción para el usuario, aumentandola conversión de estos procesos.
La biometría no es solo una herramienta de seguridad; es el punto donde la tecnología se encuentra con lo humano. Por primera vez, las validaciones no dependen de lo que sabemos (como una contraseña, ni de lo que poseemos, como un token o una tarjeta), sino de quiénes somos.
Ya no necesitamos desconfiar para estar protegidos: hoy la seguridad puede ser invisible, fluida y humana.
Y ahí es donde en Unico decidimos sumarnos y ser parte activa de este nuevo paradigma.
Durante años, hemos trabajado para que la identidad digital sea algo más que un trámite: que sea una experiencia confiable, sin fricciones y verdaderamente personal. Creemos que la biometría no solo resuelve un problema técnico, sino que redefine la relación entre las personas y la tecnología.
Nos enorgullece ser parte de ese cambio: impulsar tecnologías que protegen lo que somos, no solo lo que hacemos.
Contáctenos para ser parte de esto, utilizando Trust Network ¡nuestra solución donde estas herramientas están disponibles!
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