Vivimos en una era de hiperconectividad. Compramos en línea, consultamos al banco desde el celular y nos comunicamos con un solo toque. Pero, junto con estas facilidades, también han surgido nuevas amenazas que se aprovechan de lo más simple: un error de dedo.
Una de las estafas más recientes y peligrosas en el mundo digital se llama typosquatting. Aunque suene complejo, es más común (y efectivo) de lo que parece.
Es una técnica usada por ciberdelincuentes que consiste en registrar dominios web muy similares a los de páginas populares, pero con una mínima alteración: una letra cambiada, una que falta o incluso una de más.
Por ejemplo, podrías escribir sin darte cuenta “amazom.com” en lugar de “amazon.com”, y ser redirigido a una página que se ve exactamente igual al sitio original, pero que en realidad está diseñada para robar tu información.
Estas páginas falsas replican cuidadosamente el diseño, colores y logotipo del sitio real. Una vez dentro, el usuario, sin sospechar nada, puede ingresar sus datos de acceso o de pago, entregando sin saberlo su información personal directamente al atacante.
Y el daño no solo es para la víctima. Este tipo de fraude también afecta a las marcas, ya que genera desconfianza entre los clientes y puede dañar seriamente su reputación.
Evitar este tipo de estafa es posible si tomamos algunas precauciones simples pero efectivas:
Protege las interacciones más sensibles validando que quien realiza la transacción es realmente tu usuario. Con nuestras soluciones, puedes:
Este escenario nos invita a ser consumidores digitales más conscientes, críticos y responsables. A medida que la tecnología avanza, también debemos aprender a cuestionar, verificar y no tomar todo al pie de la letra. Pero también es responsabilidad de las empresas anticiparse a los riesgos y adoptar tecnologías que protejan la identidad de sus usuarios en cada paso. Porque en un mundo digital, un clic puede hacerlo todo… o quitarlo todo.
Conoce la nota completa aquí.
Explore nuestras últimas ideas, consejos y mejores prácticas.